Desinfección de aire y superficies mediante radiación ultravioleta UVC

Desinfección de aire y superficies mediante radiación ultravioleta UVC
Desde la aparición del COVID-19 y por exigencias sanitarias, se hace necesaria una desinfección en profundidad de los espacios públicos, tanto por precaución, como por normativa, como por la cuestión comercial de la seguridad que demanda la propia clientela.

Existen diferentes sistemas, desde la limpieza manual con lejía u otros desinfectantes de demostrada eficacia, a los sistemas automáticos como la dosificación de ozono o la esterilización con ultravioletas UVC.

Dado que la frecuencia de la desinfección debe ser lo más alta posible, como mínimo diariamente (en algunos puntos de alta probabilidad de contagio como W.C. sería conveniente una desinfección continua), los equipos automáticos de desinfección suponen un ahorro en costes de mano de obra y ofrecen una seguridad añadida, tanto para la propiedad como para la clientela.

Los dos sistemas automáticos aquí referidos no suponen la eliminación de las operaciones normales de limpieza, ya que estos sistemas únicamente desinfectan, no retiran materia. Será necesaria la misma limpieza que se requiere normalmente, aunque no será necesaria la desinfección posterior de forma manual, ya que tras la última limpieza se enciende el sistema automático y el equipo se ocupa de esterilizar el espacio.

Las diferencias entre los dos sistemas, ozono y ultravioletas, son muchas. Quizá la más importante es, en el caso del ozono, la incorporación al aire de un desinfectante altamente nocivo, contra una desinfección con ultravioletas que en el momento en que para de trabajar ya no supone un peligro, al no dejar ningún producto en el aire.

Esto obliga a los vendedores de sistemas de ozono a registrar públicamente cada venta, asumiendo ellos las posibles consecuencias de la utilización de este sistema, ya que el ozono no cuenta con los permisos necesarios por parte de la Comunidad Europea, básicamente porque no ha demostrado su eficacia. Es un sistema muy probado y eficaz en agua, pero, de momento, no hay estudios relativos sobre el aire.

El Ministerio de Sanidad ha publicado recientemente 5 avisos contra este sistema, y organizaciones como la International Ozone Association (IOA), la Agencia Europea de Productos Químicos (AEPQ), la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA), o la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), también alertan en mayor o menor medida contra su utilización.

La tecnología ultravioleta lleva años utilizándose en hospitales para la esterilización de espacios como quirófanos, consultas y habitaciones, de forma que cumple con las directivas y dispone de los estudios necesarios para su uso en la Comunidad Europea.

Es necesario que las lámparas irradien en una longitud de onda determinada. No sirve cualquier equipo ultravioleta de los que se encuentran en el mercado si no irradia en el entorno de los 254 nanómetros, la longitud de onda que ha demostrado en los estudios ser más efectiva contra virus como el COVID-19.

De forma gráfica, la dosificación de ozono podría equivaler a rociar con agua y lejía el aire (si consiguiéramos que la lejía quedara en suspensión), con la ventaja de que los ultravioletas no dejan ningún producto en el aire y únicamente esterilizan mientras la lámpara está encendida, pudiéndose utilizar el espacio inmediatamente.

Este hecho hace que sea muy interesante en la esterilización de espacios muy frecuentados y con gran riesgo de contagio, como por ejemplo W.C. o salas de espera, en los que se dispone de tiempos durante la jornada en los que no hay presencia de personas, pudiéndose proceder a la esterilización del espacio con un sensor de presencia que nos permitirá aprovecharlos de forma automática.

También permite la esterilización de forma manual en muy poco tiempo, de elementos de riesgo como la caja registradora, el TPV, teclados, con una frecuencia muy superior a la que nos permitirá una dosificación con ozono, que nos obligará a ventilar la estancia muy bien antes de su siguiente uso.

Disponemos en nuestra gama de equipos ultravioletas específicos para esterilización de superficies en quirófanos, salas de espera, consultas médicas, hostelería en general, comercios, y también manuales para puntos concretos como escritorios de trabajo, teclados y ratones de ordenador, sillones de peluquería, herramientas de trabajo, interiores de vehículos, etc. que son de gran utilidad en estos momentos.

Estos productos han sido desarrollados por una empresa europea con más de 30 años de experiencia en la desinfección ultravioleta, con equipos de desinfección para agua (presentes en nuestras gamas desde hace más de 15 años), y con equipos específicos para la desinfección en instalaciones hospitalarias. Disponemos, por tanto, de la experiencia suficiente para fabricar los equipos apropiados para la desinfección en lugares públicos, puesto que esta tecnología lleva muchos años desinfectando quirófanos, UCI, consultas y habitaciones de hospital, y cumpliendo con las directivas de la Comunidad Europeal.

  • 2014/35/UE (low voltage directive).
  • 2014/30/UE (electromagnetic compatibility).
  • 2015/863/UE (RoHS3).
  • 2012/19/UE (WEEE).
  • IEC -EN 60204-1 norms (safety of machinery-electrical equipment of machinery).
  • IEC -EN 55022 norms (characteristics of radio interference).

Los equipos de esterilización ultravioleta se pueden fijar en una pared de una sala, colocar en un trípode o utilizar de forma manual.

Cuando el equipo está esterilizando un espacio, dado que los ultravioletas son nocivos para la piel y la vista, el equipo debe funcionar sin presencia de gente.
Se vende como opción altamente recomendable un detector de presencia y movimiento que apaga la lámpara en caso de que alguien entre en la estancia durante la esterilización.

Cuando se utiliza de forma manual, por precaución se recomienda que se manipule con guantes, aunque el equipo tiene un portalámparas de acero inoxidable de protección que hace que la persona que lo utilice no se vea afectada por la radiación.

Es importante conocer los tiempos de esterilización necesarios para la correcta utilización del equipo de desinfección. Hay que saber que la potencia de la lámpara y la distancia a la que se encuentra la superficie a esterilizar influyen para conocer estos tiempos. A mayor distancia menor irradiación, con lo que es necesario más tiempo hasta conseguir la correcta esterilización.

Aquí se puede ver una tabla de datos medidos en laboratorio con el equipo MQSMini 412, de 40 W.

En este gráfico se representan los valores de irradiancia medidos según la distancia, para el equipo MWSMini 412.
A partir de estos datos se puede ver la irradiancia que hay en el punto más alejado del esterilizador que se necesite desinfectar, por ejemplo el pomo de una puerta o una silla que esté en el punto más alejado del equipo.
Conociendo este valor de irradiancia es posible calcular el tiempo de desinfección necesario para lograr una dosis ultravioleta específica que garantice la esterilización (se recomienda una dosis de 40 mJ/cm2). Sabiendo que la dosis es el valor de la irradiancia multiplicado por el tiempo de exposición, en este ejemplo podemos ver en la tabla que a 2 metros de distancia desde el esterilizador hay 0,06 mW/cm2, lo que significa que se necesitarán 40 mJ/cm2, dividido entre 0,06 mW/cm2, es decir, 660 segundos de tiempo de desinfección (11 minutos).
Un objeto situado a 4 mts. necesitaría, sin embargo, algo más de 45 minutos de exposición, para conseguir esa dosis de 40 mJ/cm2. Este dato es muy importante para la programación de las esterilizaciones.

Para la desinfección manual con un equipo portátil, la siguiente tabla nos ayuda a calcular el tiempo necesario de exposición con la irradiancia en distancias más cortas. Haciendo el mismo cálculo se pueden conocer los tiempos necesarios, dividiendo esos 40mJ/cm2 entre la irradiancia que nos da la tabla.

En general se recomiendan tiempos de 10 segundos a 2 cm de distancia para la esterilización de superficies lisas, como un PTV, y 1 minuto para la desinfección de superficies porosas, como mascarillas o elementos fabricados en tela.

Los equipos vienen definidos para una superficie concreta en m2, teniendo en cuenta siempre que no son capaces de desinfectar a más de 6,5 metros de distancia, por falta de irradiancia.

Como ejemplo, en un W.C. de hasta 4 m2 con un solo equipo Petuva Air Mini 107 AL-UVC, situado en el punto más adecuado, tendremos suficiente. 
Para escoger este punto es necesario tener en cuenta las especificaciones del lugar, no serviría de nada colocarlo tras una columna, por ejemplo, hemos de encontrar el punto en el que irradiemos efectivamente a toda la superficie. Además es necesario incidir sobre todo en los puntos con más manipulación, como pomos de puertas, grifos, secadores de manos, etc.

En una sala mayor necesitaremos instalar varios equipos, ya que no se fabrican para superficies mayores de 22 m2 en esta gama, por la limitación de distancia de la irradiación.
Por ejemplo, en una sala de 40 m2 necesitaríamos instalar dos equipos Petuva Air Mini 412 AL-UVC, a ser posible en paredes enfrentadas para conseguir irradiar a toda la superficie de la sala.

Disponemos además de accesorios que dan seguridad en el uso, como los sensores de presencia que apagan el equipo en caso de que una persona entre en el recinto durante la desinfección, o paneles de control que permiten el control de varias lámparas desde un único punto, con múltiples posibilidades de configuración. Desde el panel de control podemos programar los tiempos de desinfección, temporizadores de encendido, además de disponer de la información necesaria para el correcto ajuste del sistema, alarmas, etc.

Los modelos con configuración de torre, los utilizados en instalaciones hospitalarias, van provistos de ruedas para su traslado de forma que se puedan utilizar en diferentes salas.

Como ejemplo, en los hospitales se esterilizan los quirófanos con este tipo de equipos, dejándolos trabajar durante unos 10 minutos entre operaciones. Este equipo dispone de serie de un sensor de presencia, que asegura que el equipo apagará la lámpara si alguien entra en el quirófano por error en el momento de su desinfección, así como el panel de control integrado en su estructura. Solo es necesario conectarlo en un enchufe clásico a 220 V.

Aquí tienes un enlace a nuestra web, en la categoría de Esterilizadores UV para Aire y superficies.
Si estás interesado en obtener más información, ponte en contacto con nosotros y nuestros técnicos  te recomendarán la configuración más adecuada.